
La asociación de
comerciantes se reúne en torno a esta celebración para que la gente cuando pase
por allí se encuentre directamente con los tenderetes y se pare a comprar.

Un vendedor dice:
—Llevo muchos años
celebrando este acontecimiento y creo que es fantástico poder salir un día a la
calle a vender cosas más naturales y, ya de paso, cambiar un poco la rutina,
aunque ese día nos levantamos media hora antes para preparar las tiendas. Hace
años que tengo una tienda de víveres, pero el día del comercio en la calle sólo
vendo miel de diferentes sabores.
Texto e imágenes de Marina
Gelpí.
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