Como cada año, el primer sábado
de cada mes se celebra el día del comercio en la calle. Todas las tiendas se
instalan fuera de la calle (que es cortada para que no pasen los coches) y se
venden diferentes productos artesanales o de bajo precio.
La asociación de
comerciantes se reúne en torno a esta celebración para que la gente cuando pase
por allí se encuentre directamente con los tenderetes y se pare a comprar.
La asociación afirma que se
vende mucho más y la gente ve cosas diferentes, porque no solo se vende sino
que también hay actividades para los más pequeños, como el rocódromo, al final
de la calle, y los bailes, justo cuando se empieza a ver el ambiente.
Un vendedor dice:
—Llevo muchos años
celebrando este acontecimiento y creo que es fantástico poder salir un día a la
calle a vender cosas más naturales y, ya de paso, cambiar un poco la rutina,
aunque ese día nos levantamos media hora antes para preparar las tiendas. Hace
años que tengo una tienda de víveres, pero el día del comercio en la calle sólo
vendo miel de diferentes sabores.
Texto e imágenes de Marina
Gelpí.
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